Titulada como Compañía General de Coches Automóviles Emilio de la Cuadra, S. en C., dio inicio en Barcelona en septiembre de 1898. Su fundador fue el militar español, capitán de artillería e ingeniero industrial Emilio de La Cuadra Albiol. Inicialmente la empresa estaba destinada a la fabricación de automóviles movidos por motor eléctrico y luego en 1900, por motor de combustión interna.
Las limitaciones económicas del empresario y una huelga general en mayo de 1901, provocaron que Emilio de la Cuadra declarase la suspensión de pagos en ese mismo año. Un año más tarde, en noviembre de 1902, José María Castro Fernández, uno de los principales acreedores de La Cuadra, constituyó, una vez conseguido apoyo financiero, la sociedad "J. Castro, Sociedad en Comandita, Constructor Hispano-Suiza de Automóviles", asumiendo el personal de la anterior compañía.
El ingeniero suizo Marc Birkigt fue el director técnico de la firma y formó parte de la nueva sociedad en calidad de socio industrial, por lo que se adoptó la denominación de Hispano-Suiza por primera vez.
La nueva sociedad la lanzó su primer auto en 1903.
Pero al igual que le ocurrió a su predecesor, las condiciones económicas para continuar con la actividad no fueron las más favorables y el capital se agotó pronto. La empresa cerró en marzo de 1904.
Hispano Suiza
El 14 de junio de 1904 se constituyó una nueva sociedad, "La Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles, S. A.". Damián Mateu como presidente, Francisco Seix vicepresidente y Marc Birkigt director técnico.
En 1906, se adquiere el terreno de "La Sagrera" en Barcelona para la instalación de la fábrica.
El primer camión Hispano-Suiza fue uno con motor de 24 CV, cuatro cilindros, de transmisión por cadena construido en 1907. Al año siguiente, la fábrica en Barcelona realizó dos importantes aportaciones a la industria automotriz española: el T (tipo) 12/15 CV, cuatro cilindros 80/110 mm y el T 25/30 CV, cuatro cilindros 100/130 mm. La primera de estas plataformas (chasis) se empleaba con ligeras variantes en la carrocería de un autobús, la segunda se empleaba directamente como tal en un autobús. Ambos fueron los primeros en demostrar las posibilidades españolas en este ramo, el transporte de pasajeros.
Hispano Suiza también fabricó plataformas para ambulancias. En 1909, lanzó al mercado varios modelos con destino al transporte público, contribuyendo decisivamente a la creación de muchas empresas de transportes de pasajeros y correo, adoptando todas ellas el nombre de Hispano-Suiza en su razón social, como por ejemplo la Hispano Alto-Aragonesa, la Hispano-Hilariense, la Hispano-Manresana, etc.
Hispano Suiza ofrecia planes de financiamiento, de modo que si algun transportista estaba interesado en comprar un autobús, sólo tenía que solicitarlo. Entonces, tras un estudio económico de viabilidad, se creaba una sociedad conjunta con Hispano-Suiza en la que ésta aportaba como capital el vehículo y el otro socio su trabajo. Cuando los beneficios repartidos por la sociedad igualaban el monto del vehículo más los intereses, ésta se disolvía.
Las siguientes fotos corresponden a la empresa La Hispano Hilarienca
Hispano-Suiza tuvo un brillante desenvolvimiento y la cartera de clientes constantemente rebasaba su capacidad productiva. Pero en 1910, cuando la empresa empezaba a tener éxito comercial, estalló una huelga de trabajadores que amenazó con el hundimiento de la compañía. Como consecuencia de la misma se tuvieron que cancelar muchos pedidos, tanto nacionales como internacionales, se suspendieron las representaciones en el extranjero y se perdieron trabajadores especializados en la fabricación de automóviles, todo lo cual supuso una pérdida de producción de un tercio.
Como consecuencia de este golpe a la compañía, entre otras razones, ésta decidió instalar una fábrica sucursal en 1911, en Levallois-Perret (muy cerca de París), para mantener el ritmo de producción y satisfacer el constante aumento de pedidos. Esto con capital español. Marc Birkigt, a petición del Consejo de Administración de la empresa, se traslada a vivir junto con su familia a París en 1911 para organizar y dirigir la producción de la nueva fábrica.
En 1913, la empresa se amplió de nueva cuenta con la instalación de una fabrica en Bois des Colombes. Sin embargo, los acontecimientos de la 1ª Guerra Mundial (1914-1918) provocaron el cierre de talleres y el traslado de la dirección a Barcelona. Por necesidades militares del momento, las instalaciones fuero empleadas para fabricar de motores de aviación de gran renombre.
En 1916, se construyó una nueva factoría en Guadalajara (España), destinada a la fabricación de automóviles y material de guerra, con cierta autonomía. Pero ligada a la de Barcelona, se denominó La Hispano-Suiza de Automóviles y Material de Guerra.
Más tarde, motivos económicos condujeron a la liquidación de los intereses de la empresa en Francia.
A inicios de los 1930, construyó la "Viajera" imperial Hispano-Suiza sobre chasis de camión T69
Hasta 1936 la sociedad siguió desarrollándose como una empresa de prestigio en sus fabricaciones, tanto en el ramo automotriz, como en la de motores de aviación, marinos y material bélico.
La Guerra Civil Española (1936-1939) afectó seriamente a Hispano Suiza. Las instalaciones en Guadalajara fueron destruidas, y las de Barcelona fueron paralizadas, intervenidas y en parte destruidas.
Mientras que el mercado interior se fue quedando muy reducido, y el acceso al exterior se vio imposibilitado por los altos impuestos que la marca había de pagar y el reducido capital de que disponía Hispano-Suiza después de la guerra, ocasionaron que los dueños de la empresa cedieran ante la presión del gobierno franquista para ser vendida a un organismo gubernamental llamado Instituto Nacional de la Industria (INI). Esto sucedió en 1946.
Pero la sociedad, "La Hispano Suiza Fabrica de Automoviles, S.A.", continua activa, y mantiene la propiedad de las marcas y emblemas Hispano-Suiza.
En las siguiente fotografia se muestan un autobus urbano modelo 66G, que fue de los ultimos modelos de autobuses que mostraron el emblema Hispano Suiza. Este modelo fue sucedido por el Pegaso Z 401 fabricado por ENASA. Pero es otra historia.
Hasta aquí esta historia no oficial de La Hispano Suiza como productor de autobuses. Para la realización de este trabajo se consultaron las siguientes fuentes:
http://www.lahispano-suiza.com/
http://www.pegasoesmicamion.com/pdf%20empresa%20nacional%201946-66.pdf
http://www.autopasion18.com/HISTORIA-HISPANO-SUIZA.htm
Diversas ediciones del periódico ABC publicado en Madrid.Agradeceré cualquier duda o aclaración su servidor.
José Ramírez Lozano
Monterrey, N. L. México.
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